La cara de Doña Sara.
Se dibuja un redondel,
-con lapicero o pincel-
mucho pelo, mucho moño,
ojos cejas y un retoño;
nariz chata,
de alpargata
como almejas,
-relucientes-,
las pestañas,
como arañas,
boca de pitiminí,
es así,
la cara de Doña Sara.
El cuerpo, otro redondel,
tan grande como un tonel,
y en él se dibuja ahora,
la falda de la señora.
falda, blusa, delantal,
pierna flaca, otra normal,
los zapatos de tacón,
con hebilla y con pompón.
¡Que señora tan señora,
doña Sara, servidora!.
Autora: Gloria Fuertes.